Simón Rodriguez fue el pedagogo de la primera emancipación Americana. Planteó un proyecto pedagógico para la planeación de la Patria Grande. Se trataba de formar pueblos y repúblicas. Su pensamiento y sobretodo, su acción, expresado en términos filosóficos, políticos y pedagógicos un proyecto en aquellos tiempos de la primera independencia. Construyó entonces una pedagogía cuyas características tuvieron el signo de una ruptura total con la educación colonial. Los motivos del rescate de su pedagogía se pueden explicar en términos históricos y actuales. Desde el pasado, porque sus impactantes aportes fueron archivados en el arcón del olvido para la memoria colectiva con gran eficacia o pasterizado su proyecto hasta hacerlo irreconocible y funcional a un proyecto político educativo domesticador. Desde el presente, porque este momento histórico en que se juega la posibilidad de reconstruir un proyecto para Nuestra América requiere recuperar' críticamente legados y experiencias emancipa-doras heredadas ya la vez pendientes desde nuestra fundación como territorio(s) libre(s) de América. El objetivo de reconstruir un proyecto político-pedagógico desde nuestra tradición, en nuestro presente y aspirando a un futuro de justicia, demanda labor de producción, intercambio y comunicación. Los debates de este libro dan un paso en ese sentido, sin olvidar que, en el camino de esa aspiración, deben engarzarse en un proceso histórico social mucho más complejo y profundo. Los desarrollos teóricos son un aspecto de un proyecto pedagógico que reclama el concurso de maestros y maestras, estudiantes, familias, especialistas, organizaciones populares en el pensar, en el decir, en el sentir y en el hacer. Este aporte se inscribe en la construcción del Movimiento Pedagógico Latinoamericano que promete recuperar el acervo de nuestros antecesores como contribuciones concretas a una educación liberadora, a tono con los tiempos de cambio que atraviesan Nuestra América esperanzada.