El TLC con EE.UU. significa un "amarre" tanto o más poderoso que el de fines de los años ochenta para el modelo económico en nuestro país. El tratado con EE.UU., al descansar plenamente en los contenidos del Consenso de Washington, profundiza y consolida el modelo económico-social en aplicación en el país. El Consenso es un documento que expresa los idearios principales del pensamiento neoliberal: plena apertura comercial y al movimiento de capitales; baja presencia del Estado y privatizaciones; coloca la inversión extranjera a resguardo de cualquier modificación de las "reglas del juego"; defensa de la propiedad intelectual o sea de sus posiciones monopólicas; privilegia en el manejo económico como objetivos centrales bajas tasas de inflación y los resultados presupuestarios. En definitiva expresa el "consenso" entre el Departamento del Tesoro y el FMI. Al privilegiarse el acuerdo con EE.UU. en los hechos se le da preeminencia a un tipo de capitalismo, al estilo norteamericano, que es el menos humano. Se empuja al país a una forma de economía de mercado en contradicción con cualquier formulación democrática.