El libro indaga en las configuraciones textuales y dramáticas a través de las cuales los dramaturgos chilenos del siglo XIX y primera mitad del siglo XX van articulando el concepto de crisis social, inscrito en la dialéctica modernidad/identidad. La autora se sitúa en un cruce disciplinario entre semiótica teatral, historia, sociología y antropología cultural, y teje su argumentación en un doble eje sincrónico/diacrónico al interior del campo cultural nacional y latinoamericano. Elabora un relato acerca de la dramaturgia chilena del periodo distinguiendo autorías en sus especificidades de lenguaje y de construcción discursiva, estableciendo encuentros, rupturas, organicidades y transformaciones.

Teatro chileno