Ya en Hipertexto, un clásico en la materia también publicado por Paidós, George P. Landow describía una tecnología de la información radicalmente nueva, así como sus relaciones con los trabajos teóricos de Jacques Derrida y Roland Barthes. En este nuevo libro, en cambio, ha reunido a un selecto grupo de autoridades sobre el tema para explorar aún más en profundidad las implicaciones de la lectura hipertextual en la teoría literaria contemporánea. Charles Ess, por ejemplo, recurre a la obra de Jürgen Habermas y la Escuela de Francfort para examinar el potencial del hipertexto en una verdadera democratización. Stuart Moulthrop recurre a Deleuze y Guattari para un estudio de la relación entre hipertexto y poder político. Espen Aarseth ubica el hipertexto en un marco creado por otras formas de textualidad electrónica. David Kolb explora las implicaciones del hipertexto en la filosofía y el discurso filosófico. J. Yellowlees Douglas, Gunnar Liestol y Mireille Rosello acuden a la teoría contemporánea para enfrentarse a la narrativa hipertextual. Terence Harpold investiga la ficción hipertextual de Michael Joyce. Y, para cerrar el libro, Gregory L. Ulmer se inspira en Derrida, Lacan y Wittgenstein para bucear en las nuevas formas de escritura que exige el hipertexto.