Este libro resume carnalidad y paganismo por los cuatro costados. El amor de mujer, placeres de la mesa, a alegría de vivir impregna todo el libro y se avienen a maravilla con los datos personales, reales o fingidos, que da de su persona el Arcipreste. Si pretendió moralizar, no cabe duda que lo que queda en el ánimo del lector es el sabor a vida placentera, y que sus audaces y desenvueltas descripciones son de eficacia mucho mayor que sus pretndidas teorías moralizadoras o intenciones didácticas. Incluso algunos comentaristas que aceptan la posible sinceridad de la intanción moral del Arcipreste han reconocido que el poeta es muy superiorcuando refiere picantes historias amorosas que cuando trata cosas de religión. Juan Ruiz frcasa al definir la vida como dbe ser, pero acierta siempre cuando pinta la vida como es.

La construcción de occidente