En: América Latina, n˚10, 2010. ISBN 07177097. p. 161-202.

En las últimas dos décadas, El Salvador experimentó la implementación de un programa neoliberal que constituyó la piedra angular para la reconstitución de la estructura tradicional de poder donde la oligarquía nacional ha logrado consolidarse. En este contexto, la antigua oligarquía cafetalera se ha transformado en una clase financiera dentro del marco de una economía basada en las finanzas, los servicios-consumo, y las importaciones. La nueva oligarquía ha cambiado sus viejos fundamentos ideológicos, pero la estructura de poder se ha consolidado e incluso se ha agudizado. En marzo de 2009, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el partido de la ex guerrilla, ganó el poder ejecutivo bajo la promesa de cambiar el rumbo del país. Dado que el neoliberalismo está encajado en el funcionamiento del Estado después de veinte años de implementación, los retos que afronta el FMLN se presentan complejos y hasta cierto punto abrumadores.