Hector, un guerrero del paseo Ahumada -- El suicidio de la Reina del Topless -- La vergüenza de la señora Ana -- Informe de una barricada -- Seferino Catrileo, ciudadano.

A mitad de camino entre el cuento y la investigación social, -sin ser lo uno ni lo otro-, este conjunto de crónicas cautivan por la agilidad con que está construido cada relato, generando un lenguaje capaz de superar los estereotipos y profundizar en la naturaleza encubierta de la vida urbana. La Otra Ciudad está plagada de mundos subterráneos que pasan desapercibidos para el ojo inmediato; es el espacio que no se ve fácilmente, quizá porque no quiere verse; son las rutinas calladas y los dramas “triviales” de los personajes anónimos, fragmentos de vida cotidiana que sólo ven la luz pública con ocasión de alguna tragedia o cuando se convierten en amenaza. La otra ciudad no hay que buscarla lejos, no se encuentra a extramuros del orden urbano: somos nosotros; toda su textura, relieve y asperezas hablan de nuestra propia identidad, camuflada y heterogénea, pero nuestra.