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La naturaleza de la expansión aldeana durante el formativo tardío en la Cuenca de Atacama / Lautaro Nuñez.

By: Material type: ArticleArticleSubject(s): Online resources: In: Chungará Arica : Revista de antropología chilenaSummary: La implantación hortícola de los oasis piemontanos de la cuenca del Salar de Atacama comenzó antes de los 700 años a.C. de acuerdo al registro cronoestratigráfico de maíz durante la fase Tilocalar del Formativo Temprano (1.400 - 400 a.C.). Las prácticas propiamente agrícolas extensivas se habrían consolidado durante las fases posteriores al Formativo Temprano, esto es, desde los 400 a.C. a los 600 d.C. a través de asentamientos complejos datados por C14 en los oasis piemontanos: Tulor-1 (380 a.C. - 200 d.C.) y Coyo-Aldea (660 - 995 d.C.). Se propone que para acceder a la producción ganadera derivada de la fase Tilocalar, poco adaptable a los oasis cálidos, durante el Formativo Tardío se controlaron las vegas del salar, quebradas intermedias y alta puna, a través de un régimen trashumántico complementario, conducido esta vez desde la cabecera sociopolítica de los oasis de San Pedro de Atacama. El registro de siete asentamientos formativos tardíos datados por C14 en los extremos periféricos de la cuenca de Atacama, asociados a quebradas estrechas esencialmente pastoralistas (Puripica y Tulán), dan cuenta de un proceso expansivo orientado a equilibrar la productividad agraria y pecuaria. En este sentido se propone que la ocupación post Tilocalar del hinterland forrajero ocurrió a través de la fundación de aldeas que comparten similitudes arquitectónicas, artefactuales, ambientales y cronológicas, irradiadas desde el núcleo de San Pedro de AtacamaSummary: La implantación hortícola de los oasis piemontanos de la cuenca del Salar de Atacama comenzó antes de los 700 años a.C. de acuerdo al registro cronoestratigráfico de maíz durante la fase Tilocalar del Formativo Temprano (1.400 - 400 a.C.). Las prácticas propiamente agrícolas extensivas se habrían consolidado durante las fases posteriores al Formativo Temprano, esto es, desde los 400 a.C. a los 600 d.C. a través de asentamientos complejos datados por C14 en los oasis piemontanos: Tulor-1 (380 a.C. - 200 d.C.) y Coyo-Aldea (660 - 995 d.C.). Se propone que para acceder a la producción ganadera derivada de la fase Tilocalar, poco adaptable a los oasis cálidos, durante el Formativo Tardío se controlaron las vegas del salar, quebradas intermedias y alta puna, a través de un régimen trashumántico complementario, conducido esta vez desde la cabecera sociopolítica de los oasis de San Pedro de Atacama. El registro de siete asentamientos formativos tardíos datados por C14 en los extremos periféricos de la cuenca de Atacama, asociados a quebradas estrechas esencialmente pastoralistas (Puripica y Tulán), dan cuenta de un proceso expansivo orientado a equilibrar la productividad agraria y pecuaria. En este sentido se propone que la ocupación post Tilocalar del hinterland forrajero ocurrió a través de la fundación de aldeas que comparten similitudes arquitectónicas, artefactuales, ambientales y cronológicas, irradiadas desde el núcleo de San Pedro de AtacamaSummary: La implantaciÛn hortÌcola de los oasis piemontanos de la cuenca del Salar de Atacama comenzÛ antes de los 700 aÒos a.C. de acuerdo al registro cronoestratigr·fico de maÌz durante la fase Tilocalar del Formativo Temprano (1.400 - 400 a.C.). Las pr·cticas propiamente agrÌcolas extensivas se habrÌan consolidado durante las fases posteriores al Formativo Temprano, esto es, desde los 400 a.C. a los 600 d.C. a travÈs de asentamientos complejos datados por C14 en los oasis piemontanos: Tulor-1 (380 a.C. - 200 d.C.) y Coyo-Aldea (660 - 995 d.C.). Se propone que para acceder a la producciÛn ganadera derivada de la fase Tilocalar, poco adaptable a los oasis c·lidos, durante el Formativo TardÌo se controlaron las vegas del salar, quebradas intermedias y alta puna, a travÈs de un rÈgimen trashum·ntico complementario, conducido esta vez desde la cabecera sociopolÌtica de los oasis de San Pedro de Atacama. El registro de siete asentamientos formativos tardÌos datados por C14 en los extremos perifÈricos de la cuenca de Atacama, asociados a quebradas estrechas esencialmente pastoralistas (Puripica y Tul·n), dan cuenta de un proceso expansivo orientado a equilibrar la productividad agraria y pecuaria. En este sentido se propone que la ocupaciÛn post Tilocalar del hinterland forrajero ocurriÛ a travÈs de la fundaciÛn de aldeas que comparten similitudes arquitectÛnicas, artefactuales, ambientales y cronolÛgicas, irradiadas desde el núcleo de San Pedro de Atacama
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En: Chungará (Arica), dic. 2005, vol.37, no.2, p.165-193. ISSN 0717-7356.

En: Chungará (Arica), dic. 2005, vol.37, no.2, p.165-193. ISSN 0717-7356.

La implantación hortícola de los oasis piemontanos de la cuenca del Salar de Atacama comenzó antes de los 700 años a.C. de acuerdo al registro cronoestratigráfico de maíz durante la fase Tilocalar del Formativo Temprano (1.400 - 400 a.C.). Las prácticas propiamente agrícolas extensivas se habrían consolidado durante las fases posteriores al Formativo Temprano, esto es, desde los 400 a.C. a los 600 d.C. a través de asentamientos complejos datados por C14 en los oasis piemontanos: Tulor-1 (380 a.C. - 200 d.C.) y Coyo-Aldea (660 - 995 d.C.). Se propone que para acceder a la producción ganadera derivada de la fase Tilocalar, poco adaptable a los oasis cálidos, durante el Formativo Tardío se controlaron las vegas del salar, quebradas intermedias y alta puna, a través de un régimen trashumántico complementario, conducido esta vez desde la cabecera sociopolítica de los oasis de San Pedro de Atacama. El registro de siete asentamientos formativos tardíos datados por C14 en los extremos periféricos de la cuenca de Atacama, asociados a quebradas estrechas esencialmente pastoralistas (Puripica y Tulán), dan cuenta de un proceso expansivo orientado a equilibrar la productividad agraria y pecuaria. En este sentido se propone que la ocupación post Tilocalar del hinterland forrajero ocurrió a través de la fundación de aldeas que comparten similitudes arquitectónicas, artefactuales, ambientales y cronológicas, irradiadas desde el núcleo de San Pedro de Atacama

La implantación hortícola de los oasis piemontanos de la cuenca del Salar de Atacama comenzó antes de los 700 años a.C. de acuerdo al registro cronoestratigráfico de maíz durante la fase Tilocalar del Formativo Temprano (1.400 - 400 a.C.). Las prácticas propiamente agrícolas extensivas se habrían consolidado durante las fases posteriores al Formativo Temprano, esto es, desde los 400 a.C. a los 600 d.C. a través de asentamientos complejos datados por C14 en los oasis piemontanos: Tulor-1 (380 a.C. - 200 d.C.) y Coyo-Aldea (660 - 995 d.C.). Se propone que para acceder a la producción ganadera derivada de la fase Tilocalar, poco adaptable a los oasis cálidos, durante el Formativo Tardío se controlaron las vegas del salar, quebradas intermedias y alta puna, a través de un régimen trashumántico complementario, conducido esta vez desde la cabecera sociopolítica de los oasis de San Pedro de Atacama. El registro de siete asentamientos formativos tardíos datados por C14 en los extremos periféricos de la cuenca de Atacama, asociados a quebradas estrechas esencialmente pastoralistas (Puripica y Tulán), dan cuenta de un proceso expansivo orientado a equilibrar la productividad agraria y pecuaria. En este sentido se propone que la ocupación post Tilocalar del hinterland forrajero ocurrió a través de la fundación de aldeas que comparten similitudes arquitectónicas, artefactuales, ambientales y cronológicas, irradiadas desde el núcleo de San Pedro de Atacama

La implantaciÛn hortÌcola de los oasis piemontanos de la cuenca del Salar de Atacama comenzÛ antes de los 700 aÒos a.C. de acuerdo al registro cronoestratigr·fico de maÌz durante la fase Tilocalar del Formativo Temprano (1.400 - 400 a.C.). Las pr·cticas propiamente agrÌcolas extensivas se habrÌan consolidado durante las fases posteriores al Formativo Temprano, esto es, desde los 400 a.C. a los 600 d.C. a travÈs de asentamientos complejos datados por C14 en los oasis piemontanos: Tulor-1 (380 a.C. - 200 d.C.) y Coyo-Aldea (660 - 995 d.C.). Se propone que para acceder a la producciÛn ganadera derivada de la fase Tilocalar, poco adaptable a los oasis c·lidos, durante el Formativo TardÌo se controlaron las vegas del salar, quebradas intermedias y alta puna, a travÈs de un rÈgimen trashum·ntico complementario, conducido esta vez desde la cabecera sociopolÌtica de los oasis de San Pedro de Atacama. El registro de siete asentamientos formativos tardÌos datados por C14 en los extremos perifÈricos de la cuenca de Atacama, asociados a quebradas estrechas esencialmente pastoralistas (Puripica y Tul·n), dan cuenta de un proceso expansivo orientado a equilibrar la productividad agraria y pecuaria. En este sentido se propone que la ocupaciÛn post Tilocalar del hinterland forrajero ocurriÛ a travÈs de la fundaciÛn de aldeas que comparten similitudes arquitectÛnicas, artefactuales, ambientales y cronolÛgicas, irradiadas desde el núcleo de San Pedro de Atacama

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