En: Conserva. no. 11, 2007. pp. 5-19. ISSN. 0717-3539.

El año 1197, uno de los grandes terremotos de Chile tuvo su epicentro en el pueblo de Punitaqui, Región de Coquimbo. Ocho muertos fue el trágico saldo en vidas humanas; sin embargo, más de 4.000 viviendas destruidas fue otro trágico saldo que puso otra vez en el centro de discusión la necesidad de estudiar alternativas que mejoren la sismorresistencia de las estructura de tierra.\Las iglesias de adobe de la IV Región fueron también seriamente dañadas y tempranamente condenadas a demolición. Esta situación llevó al Arzobispo de la Arquidiócesis de La Serena a solicitar ayuda al Cncr, quienes, en convenio con la Universidad de Antofagasta, trabajaron durante seis años en la en la restauración de ocho de los templos emblemáticos de la Región. En forma paralela a los trabajos de restauración se investigaron los sistemas estructurales complementarios que todas las iglesias, de una u otra forma, tenían y que cumplían con la labor de dar una mayor sismorresistencia a las estructuras. \El diagnóstico fue clave para determinar la metodología de la restauración: todas las fallas observadas se debían a la escasa o nula mantención de los edificios: maderas atacadas por xiófagos, cubiertas de techumbre en mal estado, humedad en cimientos y bases, etc. Todo lo necesario para hacer colapsar cualquier estructura de adobe ante la solicitación sísmica.

El año 1197, uno de los grandes terremotos de Chile tuvo su epicentro en el pueblo de Punitaqui, Región de Coquimbo. Ocho muertos fue el trágico saldo en vidas humanas; sin embargo, más de 4.000 viviendas destruidas fue otro trágico saldo que puso otra vez en el centro de discusión la necesidad de estudiar alternativas que mejoren la sismorresistencia de las estructura de tierra.\Las iglesias de adobe de la IV Región fueron también seriamente dañadas y tempranamente condenadas a demolición. Esta situación llevó al Arzobispo de la Arquidiócesis de La Serena a solicitar ayuda al Cncr, quienes, en convenio con la Universidad de Antofagasta, trabajaron durante seis años en la en la restauración de ocho de los templos emblemáticos de la Región. En forma paralela a los trabajos de restauración se investigaron los sistemas estructurales complementarios que todas las iglesias, de una u otra forma, tenían y que cumplían con la labor de dar una mayor sismorresistencia a las estructuras. \El diagnóstico fue clave para determinar la metodología de la restauración: todas las fallas observadas se debían a la escasa o nula mantención de los edificios: maderas atacadas por xiófagos, cubiertas de techumbre en mal estado, humedad en cimientos y bases, etc. Todo lo necesario para hacer colapsar cualquier estructura de adobe ante la solicitación sísmica.