“Esta pieza basada en los escritos de Samuel Beckett, cuyo trabajo contradice en su atmósfera y movimiento teatral la interpretación física y estética de un bailarín, nos ha permitido sentar las bases para descifrar nuestros gestos más íntimos, escondidos e ignorados; para desvelar los gestos diminutos o espectaculares de muchas vidas insignificantes e ignotas con éxito, en las que la espera y una quietud “no demasiado quieta” crean un vacío, una nada inmensa, un espacio silencioso lleno de dudas. Cuando los personajes de Beckett ansían la quietud, no pueden evitar moverse. Sea poco o mucho, se mueven. En este trabajo esencialmente teatral, la clave fue, para nosotros, no tanto desarrollar palabras y discurso como una forma de movimiento ampliado, de manera que pudiéramos buscar el punto de encuentro entre el movimiento aplicado al teatro, por una parte, y la danza y el lenguaje coreográfico por otra.”