En: Estud. atacam., 2000, no.16, p.233-250. ISSN 0718-1043.

El fenómeno de la desertificación en el norte chileno se extiende cada día más y sus consecuencias no se reducen sólo a un problema medioambiental. Este fenómeno se ha constituido desde el punto de vista antropológico, en el principal factor de impacto que han vivido las comunidades indígenas y mestizas de la precordillera y altiplano chileno, impacto que atenta contra su desarrollo y continuidad, tanto económico como cultural (Pourrut y Núñez 1995). Estudios realizados desde la década de los '60 señalan que el proceso de aculturación generado por la reducción de los recursos básicos de las comunidades andinas es sostenido y que la pérdida de identidad y de costumbres ancestrales es inevitable. Sin embargo, se ha detectado a nivel local la pervivencia de los sistemas de creencias y rituales que están en estrecha vinculación con la producción agropecuaria, en la que participan incluso los miembros de la comunidad que residen en los centros urbanos, poniendo en cuestión esas proyecciones y dando cuenta de un proceso de revitalización cultural gatillado, precisamente, por las presiones externas que constriñen el desarrollo tradicional de esas comunidades.

El fenómeno de la desertificación en el norte chileno se extiende cada día más y sus consecuencias no se reducen sólo a un problema medioambiental. Este fenómeno se ha constituido desde el punto de vista antropológico, en el principal factor de impacto que han vivido las comunidades indígenas y mestizas de la precordillera y altiplano chileno, impacto que atenta contra su desarrollo y continuidad, tanto económico como cultural (Pourrut y Núñez 1995). Estudios realizados desde la década de los '60 señalan que el proceso de aculturación generado por la reducción de los recursos básicos de las comunidades andinas es sostenido y que la pérdida de identidad y de costumbres ancestrales es inevitable. Sin embargo, se ha detectado a nivel local la pervivencia de los sistemas de creencias y rituales que están en estrecha vinculación con la producción agropecuaria, en la que participan incluso los miembros de la comunidad que residen en los centros urbanos, poniendo en cuestión esas proyecciones y dando cuenta de un proceso de revitalización cultural gatillado, precisamente, por las presiones externas que constriñen el desarrollo tradicional de esas comunidades.

El fenÛmeno de la desertificaciÛn en el norte chileno se extiende cada dÌa m·s y sus consecuencias no se reducen sÛlo a un problema medioambiental. Este fenÛmeno se ha constituido desde el punto de vista antropolÛgico, en el principal factor de impacto que han vivido las comunidades indÌgenas y mestizas de la precordillera y altiplano chileno, impacto que atenta contra su desarrollo y continuidad, tanto econÛmico como cultural (Pourrut y NúÒez 1995). Estudios realizados desde la dÈcada de los '60 seÒalan que el proceso de aculturaciÛn generado por la reducciÛn de los recursos b·sicos de las comunidades andinas es sostenido y que la pÈrdida de identidad y de costumbres ancestrales es inevitable. Sin embargo, se ha detectado a nivel local la pervivencia de los sistemas de creencias y rituales que est·n en estrecha vinculaciÛn con la producciÛn agropecuaria, en la que participan incluso los miembros de la comunidad que residen en los centros urbanos, poniendo en cuestiÛn esas proyecciones y dando cuenta de un proceso de revitalizaciÛn cultural gatillado, precisamente, por las presiones externas que constriÒen el desarrollo tradicional de esas comunidades.