En: Polis. Revista de la Universidad Bolivariana. Vol. 3, no. 9, 2004. pp. 215-240. ISSN: 0717-6554.

En la primera parte de este artículo se presentarán tres premisas y cinco ideas fuerzas que constituyen la base del desarrollo del texto. La primera de estas premisas es que la creciente complejidad del mundo que hemos ido creando, requiere de métodos de análisis que nos permitan estudiarla, y comprender y operar con dicha complejidad. El reduccionismo, propio de los anteriores modelos de cientificidad, pudo haber sido útil el pasado, pero ya no lo es más debido a la aceleración de los procesos y a su creciente complejización. La segunda premisa es que la concepción del mundo propia de la “ideología del progreso” que fundó las concepciones desarrollistas ha entrado en contradicción con el descubrimiento de los límites planetarios. La tercera dice que todos los actuales dispositivos hegemónicos: tecnológicos, políticos y culturales fueron elaborados en determinadas situaciones históricas, y en el contexto cultural de la modernidad, durante la cual se creyó posible el crecimiento ilimitado. La primera de las ideas fuerzas señala que el sistema económico y social hegemónico, obsesionado por la utilidad, entendida como eficiencia (racionalidad instrumental), es incapaz de reconocer la principal utilidad y eficiencia que es de la vida, denominada “racionalidad sustantiva” por Weber y por Hinkelammert como “racionalidad reproductiva” (Weber 1922 y Hinkelammert 2001). Este sistema es sólo capaz de desarrollar una racionalidad parcial inmediatista, incapaz de considerar los efectos no deseados y destructivos de la acción tecnoeconómica a plazos mayores. (Hinkelammert 2001 y Vergara 2003). Estos están llegando a ser incompatibles con las condiciones necesarias de la propia reproducción humana y de la vida. La segunda de estas ideas señala que es necesario transitar desde la noción eje de la racionalidad tecnológica y económica dominante que es la eficiencia, que fue un concepto acuñado por una ciencia reduccionista a una nueva noción, la de sinergia, que contribuya el surgimiento y desarrollo de una nueva racionalidad sociocultural que sustituya la búsqueda obsesiva de la maximización de las ganancias por sobre cualquier otra consideración.a sociabilidad y de la subjetividad.

En la primera parte de este artÌculo se presentar·n tres premisas y cinco ideas fuerzas que constituyen la base del desarrollo del texto. La primera de estas premisas es que la creciente complejidad del mundo que hemos ido creando, requiere de mÈtodos de an·lisis que nos permitan estudiarla, y comprender y operar con dicha complejidad. El reduccionismo, propio de los anteriores modelos de cientificidad, pudo haber sido ˙til el pasado, pero ya no lo es m·s debido a la aceleraciÛn de los procesos y a su creciente complejizaciÛn. La segunda premisa es que la concepciÛn del mundo propia de la ìideologÌa del progresoî que fundÛ las concepciones desarrollistas ha entrado en contradicciÛn con el descubrimiento de los lÌmites planetarios. La tercera dice que todos los actuales dispositivos hegemÛnicos: tecnolÛgicos, polÌticos y culturales fueron elaborados en determinadas situaciones histÛricas, y en el contexto cultural de la modernidad, durante la cual se creyÛ posible el crecimiento ilimitado. La primera de las ideas fuerzas seÒala que el sistema econÛmico y social hegemÛnico, obsesionado por la utilidad, entendida como eficiencia (racionalidad instrumental), es incapaz de reconocer la principal utilidad y eficiencia que es de la vida, denominada ìracionalidad sustantivaî por Weber y por Hinkelammert como ìracionalidad reproductivaî (Weber 1922 y Hinkelammert 2001). Este sistema es sÛlo capaz de desarrollar una racionalidad parcial inmediatista, incapaz de considerar los efectos no deseados y destructivos de la acciÛn tecnoeconÛmica a plazos mayores. (Hinkelammert 2001 y Vergara 2003). Estos est·n llegando a ser incompatibles con las condiciones necesarias de la propia reproducciÛn humana y de la vida. La segunda de estas ideas seÒala que es necesario transitar desde la nociÛn eje de la racionalidad tecnolÛgica y econÛmica dominante que es la eficiencia, que fue un concepto acuÒado por una ciencia reduccionista a una nueva nociÛn, la de sinergia, que contribuya el surgimiento y desarrollo de una nueva racionalidad sociocultural que sustituya la b˙squeda obsesiva de la maximizaciÛn de las ganancias por sobre cualquier otra consideraciÛn.a sociabilidad y de la subjetividad.

En la primera parte de este artÌculo se presentar·n tres premisas y cinco ideas fuerzas que constituyen la base del desarrollo del texto. La primera de estas premisas es que la creciente complejidad del mundo que hemos ido creando, requiere de mÈtodos de an·lisis que nos permitan estudiarla, y comprender y operar con dicha complejidad. El reduccionismo, propio de los anteriores modelos de cientificidad, pudo haber sido útil el pasado, pero ya no lo es m·s debido a la aceleraciÛn de los procesos y a su creciente complejizaciÛn. La segunda premisa es que la concepciÛn del mundo propia de la ìideologÌa del progresoî que fundÛ las concepciones desarrollistas ha entrado en contradicciÛn con el descubrimiento de los lÌmites planetarios. La tercera dice que todos los actuales dispositivos hegemÛnicos: tecnolÛgicos, polÌticos y culturales fueron elaborados en determinadas situaciones histÛricas, y en el contexto cultural de la modernidad, durante la cual se creyÛ posible el crecimiento ilimitado. La primera de las ideas fuerzas seÒala que el sistema econÛmico y social hegemÛnico, obsesionado por la utilidad, entendida como eficiencia (racionalidad instrumental), es incapaz de reconocer la principal utilidad y eficiencia que es de la vida, denominada ìracionalidad sustantivaî por Weber y por Hinkelammert como ìracionalidad reproductivaî (Weber 1922 y Hinkelammert 2001). Este sistema es sÛlo capaz de desarrollar una racionalidad parcial inmediatista, incapaz de considerar los efectos no deseados y destructivos de la acciÛn tecnoeconÛmica a plazos mayores. (Hinkelammert 2001 y Vergara 2003). Estos est·n llegando a ser incompatibles con las condiciones necesarias de la propia reproducciÛn humana y de la vida. La segunda de estas ideas seÒala que es necesario transitar desde la nociÛn eje de la racionalidad tecnolÛgica y econÛmica dominante que es la eficiencia, que fue un concepto acuÒado por una ciencia reduccionista a una nueva nociÛn, la de sinergia, que contribuya el surgimiento y desarrollo de una nueva racionalidad sociocultural que sustituya la búsqueda obsesiva de la maximizaciÛn de las ganancias por sobre cualquier otra consideraciÛn.a sociabilidad y de la subjetividad.