En: Proposiciones. no. 26, 1995. pp. 208-219. ISSN. 956208051X.

Hablar hoy en día de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar en nuestro país, podría parecer redundante y anacrónico, parte de la historia, de la historia dolorosa que quisiéramos dejar en el pasado, para dar vuelta la página y poder reconstruir la democracia en nuestra sociedad, lograr la anhelada reconciliación nacional y mirar con tranquilidad hacia el futuro. Sin embargo, nuestra experiencia clínica en el Instituto Latinoamericano de Salud Mental y Derechos Humanos (ILAS) con familias y personas que sufrieron directamente la desaparición, la muerte, la tortura y el exilio, nos ha confirmado lo que ya era evidente en el tratamiento de otros pacientes traumatizados en contextos y momentos históricos distintos: las consecuencias de las vivencias traumáticas tanto a nivel intrapsíquico, como relacional y social, no terminan con el fin de un estado dictatorial, sino que mantienen su vigencia en el tiempo y se transmiten a las generaciones futuras.