En: Proposiciones. no. 30, 1999. pp. 100-107. ISSN. 956208051X.

El desarrollo jamás es resultado directo de una operación simple; nace, más bien, de un proceso que requiere tiempo, una puesta en tensión de dinámicas múltiples y, en parte, divergentes. Esto tanto en la escala muy local (barrio, "campo" rural) como en la nacional. A la inversa, la intervención exclusivamente dirigida, sectorial, segmentada, de hecho sorda a la complejidad de aquello que hace humanizante a un ámbito de vida, no es jamás productora de desarrollo. Pero, ¿en qué consiste precisamente el desarrollo integrado? ¿Se trata de una integración en el plano territorial, especialmente entre el espacio local y regional, por un lado, y los espacios nacional y continental, por el otro? ¿Qué dimensiones debe comprender una visión global de desarrollo de un lugar?.