En: TS Cuadernos de Trabajo Social. No. 01, 2005. pp. 44-47. ISSN: 0718-1612.

La realidad social desde la fenomenología, no es algo que se presenta separada del sujeto cognoscente, como lo plantea la tradición positivista, sino que es éste quien la construye en su interacción con el otro. Dicha interacción no es una acción casual, sino que intencionada, donde sujeto y objetos se relacionan en el aquí y el ahora, comprendiéndose y aprehendiéndose el uno al otro. Esa interacción intersubjetiva, permite no solo comprender el mundo vivido, sino que construirlo. Pero la interacción con el “otro”, tiene además una base axiológica que como trabajadores sociales, se cristaliza tanto en la investigación como en la intervención, en el respeto al otro.

La realidad social desde la fenomenologÌa, no es algo que se presenta separada del sujeto cognoscente, como lo plantea la tradiciÛn positivista, sino que es Èste quien la construye en su interacciÛn con el otro. Dicha interacciÛn no es una acciÛn casual, sino que intencionada, donde sujeto y objetos se relacionan en el aquÌ y el ahora, comprendiÈndose y aprehendiÈndose el uno al otro. Esa interacciÛn intersubjetiva, permite no solo comprender el mundo vivido, sino que construirlo. Pero la interacciÛn con el ìotroî, tiene adem·s una base axiolÛgica que como trabajadores sociales, se cristaliza tanto en la investigaciÛn como en la intervenciÛn, en el respeto al otro.