La democracia ya cuenta con una historia propia en América Latina. Con avances y retrocesos, ha logrado afianzarse en la mayor parte de países del continente. Sin embargo, sus características y sus condiciones varían significativamente de uno a otro caso e, incluso, difieren a lo largo del tiempo en un mismo país. Por ello, el análisis de la calidad de la democracia se ha convertido en uno de los temas centrales de la ciencia política contemporánea, ya sea desde la perspectiva cuantitativa que pone énfasis en la medición de determinados indicadores, o bien desde la visión de procesos históricos de largo o mediano alcance en los que interactúan los diversos componentes del sistema político. Este libro, que es un ejercicio de política comparada, se adscribe a esta última versión, mediante la combinación del estudio de los elementos institucionales (partidos y sistemas de partidos, tipo de régimen, relación entre los poderes del Estado, distribución territorial del poder, entre otros) con los procesos políticos vividos desde la transición a la democracia en cada uno de los tres países estudiados. A partir de estos elementos, el autor busca identificar los diversos tipos de régimen que pueden configurarse entre la democracia y el autoritarismo y propone una clasificación basada en las capacidades de representación y de procesamiento del conflicto político.