Este libro se sostiene en la convicción de que el trabajo tiene un papel central como organizador y articulador de sentido en la vida cotidiana, y que es constructor de un espacio de pertenencia, real y simbólico, para el trabajador. Desde esta perspectiva, aborda el campo laboral y su compleja relación con la subjetividad de las personas, a la luz de la hegemonía de las políticas neoliberales y del desarrollo de las nuevas tecnologías de producción y de información. El trabajo a distancia o teletrabajo, la empresa unipersonal ?que se engloba en un fenómeno más amplio aquí denominado empresarización de la vida? son sólo algunos de los cambios que han reconfigurado la vida cotidiana de los sujetos, con contradictorios efectos sobre sus modos de relacionarse consigo mismos y con los demás.\Ya no es posible pensar en términos de la tradicional división de ámbitos ?donde el trabajo se hallaba perfectamente discriminado de la vida familiar y del tiempo libre?, porque el manejo mismo del tiempo y del espacio no constituyen coordenadas precisas. Las condiciones laborales de los asalariados son deficitarias en términos económicos, sociales y culturales. Hoy, más que nunca entonces, se torna necesaria la construcción de marcos conceptuales que posibiliten una mirada crítica y propositiva para pensar lo existente y para visualizar lo necesario en el mundo del trabajo.
La obra destaca la importancia de que las organizaciones sean productoras ?y no vaciadoras? de sentido; que sean significativas en sí mismas ?sentidas y no padecidas?, lo cual supone afirmar que otra forma de trabajar es posible.

Intervención organizacional