Agosto es en el altiplano aymara de Bolivia el tiempo sacrificial por excelencia donde las ofrendas ceremoniales, waxt'as y wilanchas sangrientas, junto con los personajes míticos que lo recorren, codifican un tipo de violencia ritual que alude a la percepción histórica de larga duración, tanto del tiempo como del espacio ceremonial, a la vez que contribuyen a la configuración de la propia identidad cultural de las sociedades aymaras contemporáneas Agosto es en el altiplano aymara de Bolivia el tiempo sacrificial por excelencia donde las ofrendas ceremoniales, waxt'as y wilanchas sangrientas, junto con los personajes míticos que lo recorren, codifican un tipo de violencia ritual que alude a la percepción histórica de larga duración, tanto del tiempo como del espacio ceremonial, a la vez que contribuyen a la configuración de la propia identidad cultural de las sociedades aymaras contemporáneas