Este trabajo arranca con dos observaciones: en tiempos de globalización es conveniente recordar que este término no es el único que envuelve tendencias de lo total, sino que está en un campo donde también justamente su aplicación a lo pedagógico se vuelve crucial. Enseguida, se aplica un enfoque global-holístico a una reciente novela norteamericana, traducida como La meta. El personaje principal sale victorioso de un doble reto, el del cierre de su empresa y el hundimiento de su matrimonio. Concluyo que la globalización informativa externa debe aunarse a un proceso de asimilación interna, en la línea del Dr. Decroly. Termina este aporte con unas reflexiones sobre la validez del arte en sí y como vehículo de enseñanza holística.