Volver a leer a Chéjov : "El Huerto de los Cerezos" /
Pedro Gandolfo.
- Santiago, Chile CEP 2010
- p. 207-222
En: Estudios Públicos. -- Nº 120(primavera, 2010), p. 207-222. ISSN 0716-1115 En: Estudios Públicos. -- Nº 120(primavera, 2010), p. 207-222. ISSN 0716-1115 En: Estudios Públicos. -- N∫ 120(primavera, 2010), p. 207-222. ISSN 0716-1115
"El Huerto de los Cerezos" —señala Pedro Gandolfo en este ensayo— es una obra atravesada por el conflicto entre actividad y pasividad, soledad y comunicación, belleza y cambio. El fluir del tiempo es su gran tema subyacente, tiempo que parece atrapar a los personajes en una abúlica inercia. El desenlace, si bien pasa por el sacrificio del jardín de los cerezos y de lo que ello simboliza, desanuda el cautiverio y lanza a los personajes hacia un porvenir real. La obra pone a la vista los rasgos principales de la dramaturgia chejoviana: la estructura de llegadas y despedidas, los diálogos inconexos y cotidianos, la importancia del texto no dicho y el silencio, el ritmo sincopado. "El Huerto de los Cerezos" óseÒala Pedro Gandolfo en este ensayoó es una obra atravesada por el conflicto entre actividad y pasividad, soledad y comunicaciÛn, belleza y cambio. El fluir del tiempo es su gran tema subyacente, tiempo que parece atrapar a los personajes en una ab˙lica inercia. El desenlace, si bien pasa por el sacrificio del jardÌn de los cerezos y de lo que ello simboliza, desanuda el cautiverio y lanza a los personajes hacia un porvenir real. La obra pone a la vista los rasgos principales de la dramaturgia chejoviana: la estructura de llegadas y despedidas, los di·logos inconexos y cotidianos, la importancia del texto no dicho y el silencio, el ritmo sincopado. "El Huerto de los Cerezos" óseÒala Pedro Gandolfo en este ensayoó es una obra atravesada por el conflicto entre actividad y pasividad, soledad y comunicaciÛn, belleza y cambio. El fluir del tiempo es su gran tema subyacente, tiempo que parece atrapar a los personajes en una abúlica inercia. El desenlace, si bien pasa por el sacrificio del jardÌn de los cerezos y de lo que ello simboliza, desanuda el cautiverio y lanza a los personajes hacia un porvenir real. La obra pone a la vista los rasgos principales de la dramaturgia chejoviana: la estructura de llegadas y despedidas, los di·logos inconexos y cotidianos, la importancia del texto no dicho y el silencio, el ritmo sincopado.