Las animitas son predominantemente reproducciones de casas o iglesias (mas hay múltiples formas, así como varían sus tamaños y materiales de construcción), constituyendo un resguardo o cobijo para el ánima. Allí acuden los fervientes a solicitar pedidos y suplicar milagros, y a agradecer los favores concedidos, lo que expresan por medio de cartas, placas y todo tipo de recuerdos.