Este es un libro sobre erótica, política y lenguaje. Se trata de un canto amoroso donde se desestabiliza el modo heteropatriarcal de la sexualidad, un modo que la recorta a ciertas zonas y funciones: penes, vaginas, senos, anos y que al hacerlo, produce el cuerpo neoliberal sobre la matriz del intercambio económico y sexual. El cuerpo lesbiano, en cambio, es una superficie, una materialidad, sin jerarquías: músculos, venas, poros, líquidos, huesos, sonidos..., una desmesura sensible tan radical que el yo y el mi se resquebrajan, se parten, estallan y se abren al encuentro.