Un poeta transita por Santiago. Ni este Santiago. Ni este poeta. Porque existió alguna vez un cronotopos de micros como La Ovalle Negrete, el recorrido de La Portugal, El Salto, La Recoleta Lira, La San Pablo. Y los rostros perdidos de un paisaje por el que se sobrepone el presente. Hoy la ciudad es un cementerio de cines e historias que fija en fotogramas al Cine Novedades, Minerva, Santa Lucía, Colón, Imperial, Apolo, y tantos otros. Sólo el devenir cuenta su historia por el transcurso de un poemario furiosamente vivo, desde la obstinación de una memoria que transfigura hacia antiguos héroes generacionales, y recorre Santiago en el encuentro y el beso de otro tiempo.