Dispensar el poder : los movimientos como poderes antiestatales /
Raúl Zibechi.
- Santiago, Chile Quimantú 2012
- 251 p.
- Confianza .
La participación directa sin la mediación de representantes, la horizontalidad de los espacios organizativos y de coordinación, y la capacidad de tejer fuertes vínculos cara a cara, más cercanos a las relaciones comunitarias que a las asociativas, parecen estar siendo las formas como se expresa y expande la potencia emancipatoria que, como siempre, nace en los márgenes de la institucionalidad.\Para quienes luchan de este modo, intentando no reproducir el Estado en el seno de sus organizaciones y movimientos, la experiencia de los aymaras de El Alto y de las áreas rurales del Altiplano boliviano puede ser motivo de inspiración y de esperanza. Las juntas vecinales de El Alto y las comunidades rurales aymaras, así como otros movimientos del campo y las ciudades, han conseguido deslegitimar el modelo neoliberal, al que infligieron serias derrotas, y derribaron dos gobiernos en cinco años. Todo ello sin instaurar direcciones centralizadas que siempre se colocan por encima de la gente, reproduciendo la relación mando-obediencia que caracteriza a las sociedades de dominación. Tampoco apelaron a las tradiciones vanguardistas que practican aún buena parte de las izquierdas antisistémicas. Fueron las bases organizadas en modos comunitarias, las que protagonizaron el ciclo de protesta boliviano.
La Era Solar: un análisis sociológico de la crisis energética
MOVIMIENTOS SOCIALES--BOLIVIA INDIOS DE BOLIVIA--RELACIONES GUBERNAMENTALES PODER (CIENCIAS SOCIALES)