“El Astrónomo y el Indígena” es un viaje por la tierra y el cielo del desierto de Atacama que cruza las miradas de la astronomía moderna y de la cosmogonía indígena andina sobre el universo. De Caspana a San Pedro de Atacama, se dibuja el territorio y la cultura indígena Likan Antay. Desde el observatorio más grande del planeta, Paranal, al inicio del gigantesco proyecto ALMA a 5700 metros de altitud en el monte Chajmantor, se descubren los secretos de la astronomía moderna. La ciencia del siglo XXI quiere estudiar las galaxias más lejanas para remontar al Big Bang y los pueblos indios que siguen mirando el cielo como lo miraban los incas, son vecinos en el espacio, pero los separa el tiempo. “Imaginar que en la tierra quepan, sin distinción, todos los mundos, que unos a otros puedan conocerse ¿es soñar demasiado?” se preguntan las autoras. ALMA, permitirá en el transcurso de este año 2011 ver lo invisible, lo oscuro y así remontar hacia el origen del universo. El Indígena, por su parte, cuando sus ojos no pueden ver, crea un mito… Siempre se trata, sin embargo, de la misma pregunta: ¿cómo nació lo humano? ALMA tratará de penetrar los espacios negros que existen entre las estrellas para descubrir lo que allí hay, para los indígenas, las manchas negras que se notan sobre la larga huella que los astrónomos llaman Vía Láctea, figuran una llama amamantando a su cría. Lo que el astrónomo logra formular en lenguaje matemático, no lo puede imaginar. Es, en eso, como el indígena: ambos confrontados a la irreductible parte de misterio del universo.