La Iglesia y la izquierda crítica en Cuba / Samuel Farber.
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ArticlePublication details: Caracas 2012 Fundación Friedrich EbertDescription: 123-138 pISSN: - 02513552
| Item type | Current library | Collection | Call number | Copy number | Status | Date due | Barcode | |
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| Analítica de revista | Biblioteca Central Colección General | General | NUEVA SOCIEDAD-242/12 (Browse shelf(Opens below)) | 1 | Available | FICTICIO4465 |
En: Nueva Sociedad (242), 2012. pp. 123-138. ISSN: 0251-3552.
La visita del papa Benedicto XVI a Cuba, en marzo de 2012, ha marcado el punto más alto en el acercamiento entre el régimen liderado por Raúl Castro y la Iglesia católica. Crecientemente, la curia encabezada por el cardenal Jaime Ortega se va transformando en un agente mediador reformista –y una especie de baluarte moral conservador–, en un contexto de incertidumbre marcado por las reformas económicas y elenvejecimiento de la elite posrevolucionaria. El hecho de que la Iglesia disponga de los únicos espacios y medios no estatales autorizados plantea, además, algunosdilemas para las izquierdas críticas, como ya ocurriera en Polonia en la década de 1980.
La visita del papa Benedicto XVI a Cuba, en marzo de 2012, ha marcado el punto m·s alto en el acercamiento entre el rÈgimen liderado por Ra˙l Castro y la Iglesia catÛlica. Crecientemente, la curia encabezada por el cardenal Jaime Ortega se va transformando en un agente mediador reformista ñy una especie de baluarte moral conservadorñ, en un contexto de incertidumbre marcado por las reformas econÛmicas y elenvejecimiento de la elite posrevolucionaria. El hecho de que la Iglesia disponga de los ˙nicos espacios y medios no estatales autorizados plantea, adem·s, algunosdilemas para las izquierdas crÌticas, como ya ocurriera en Polonia en la dÈcada de 1980.
La visita del papa Benedicto XVI a Cuba, en marzo de 2012, ha marcado el punto m·s alto en el acercamiento entre el rÈgimen liderado por Raúl Castro y la Iglesia catÛlica. Crecientemente, la curia encabezada por el cardenal Jaime Ortega se va transformando en un agente mediador reformista ñy una especie de baluarte moral conservadorñ, en un contexto de incertidumbre marcado por las reformas econÛmicas y elenvejecimiento de la elite posrevolucionaria. El hecho de que la Iglesia disponga de los únicos espacios y medios no estatales autorizados plantea, adem·s, algunosdilemas para las izquierdas crÌticas, como ya ocurriera en Polonia en la dÈcada de 1980.
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