El autor ha creido necesario explicar el desarrollo del conflicto porque las condiciones del conocimiento histórico obligan a ello y también por principio, porque la Segunda Guerra Mundial no fue sólo una ruptura provisional dentro de un proceso de la sociedad humana; de ella se derivan los más graves problemas, que hay que examinar; cabe recordar que las respuestas hubieran podido ser diferentes segun el curso de las batallas, y aqui se demuestra que a veces faltó poco para que lo fueran. Si aun nos interrogamos sobre las responsabilidades del desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial, no hay Judas en cuanto a la iniciativa de la de 1939 en Europa y de 1941 en Asia: Hitler y los militares japoneses eligieron su hora, su adversario y el lugar de su ataque después de preparar cuidadosamente su acción: Alemania desde el advenimiento del nazismo; Italia desde la Ilegada al poder del fascismo; y Japón a partir de la entrega de Ia autoridad a una camariIla militar. Este relato empieza, pues, mucho antes de la fecha de la ruptura de las hostilidades.