En: Estudios Sociales. -- No. 112 (semestre II 2003), pp. 43-58

Este artículo analiza los factores que han llevado a una perspectiva diferente para abordar los procesos de autoevaluación y acreditación en el país desde comienzo de la década pasada. Se destaca la importancia de la experiencia acumulada por los mecanismos institucionales, a saber, el Consejo Superior de Educación (CSE) para la supervisión de nuevas universidades privadas, el involucramiento de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) para la acreditación de programas de postrado y la Comisión Nacional de Acreditación de Pregrabo (CNAP) para la acreditación experimental de carreras. En igual sentido se reconoce el impulso de acuerdos internacionales de libre comercio y el papel desempeñado por algunas asociaciones académicas y colegios profesionales. Los autores pasan revista el desarrollo de la cultura de evaluación en las universidades del país, que va desde la incursión de algunas en procesos externos (Columbees) hasta la experiencia del Consejo de Rectores en la autorregulación concordada para nuevas carreras. En el nuevo escenario creado por estas cambios, los autores subrayan la necesidad de pasar a una nueva etapa donde los procesos de evaluación se integren al aparátale de la gestión institucional.

Este artículo analiza los factores que han llevado a una perspectiva diferente para abordar los procesos de autoevaluación y acreditación en el país desde comienzo de la década pasada. Se destaca la importancia de la experiencia acumulada por los mecanismos institucionales, a saber, el Consejo Superior de Educación (CSE) para la supervisión de nuevas universidades privadas, el involucramiento de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) para la acreditación de programas de postrado y la Comisión Nacional de Acreditación de Pregrabo (CNAP) para la acreditación experimental de carreras. En igual sentido se reconoce el impulso de acuerdos internacionales de libre comercio y el papel desempeñado por algunas asociaciones académicas y colegios profesionales. Los autores pasan revista el desarrollo de la cultura de evaluación en las universidades del país, que va desde la incursión de algunas en procesos externos (Columbees) hasta la experiencia del Consejo de Rectores en la autorregulación concordada para nuevas carreras. En el nuevo escenario creado por estas cambios, los autores subrayan la necesidad de pasar a una nueva etapa donde los procesos de evaluación se integren al aparátale de la gestión institucional.