En : Current Sociology, n¼1, january 2002

La mundialización de la violencia y de la justicia\\En este joven siglo XXI, en proceso de mundialización de la sociedad se desarrollan nuevas cuestiones sociales globales, algunas de las cuales dificultan la consolidación de la democracia. Las nuevas cuestiones sociales globales se manifiestan, de forma articulada pero con distintas especificidades, en las diferentes sociedades del planeta : son problemas complejos pues varias son las dimensiones de los social que pasan a ser socialmente cuestionadas, entre ellas, lazos sociales. Por ende, los fenómenos de la violencia adquieren nuevos contornos, pasando a diseminarse por toda la sociedad. Se realiza una pluralidad de diferentes tipos dee normas sociales : la multiplicidad de las formas de violencia presentes en las sociedades contemporáneas- violencia ecológica, exclusión social, violencia entre los géneros, racismos, violencias en la escuela- se configuran como un proceso de desintegración de la ciudadanía. Las tranformaciones del crimen y las nuevas formas de la violencia criminal, particularmente difusas, pueden ser identificadas. El discrecionarismo y la violencia policial aparecen como una de las nuevas cuestiones sociales globales. Cabe enunciar las dificultades de acceso a la justicia , la selectvidad social de la justicia penal, y la perdida de la legitimidad de las instituciones de control social. La cuestión policial se tornó más compleja, sea por la supuesta ineficacia e ineficiencia frente al crecimiento y diferenciación de las acciones socialmente criminalizadas, sea por los nuevos fenómenos criminalizados en la "modernidad tardía" en los países del mundo capitalista. La emergencia de una noción de seguridad ciudadana, en la perspectiva de la mundialización, supone la contrucción social de una organización policial democrática, no-violenta y multiculturalista, retomando el objetivo del policial como oficio de una gobernabilidad preocupada con las prácticas emancipatorias de los grupos y conjuntos de los ciudadanos en sus vidas cotidianas. Es posible entonces, pensar la construcción de una ciudadanía transnacional o mundial, marcada por la creación institucional y por la difusión y comunicación de prácticas sociales, jurídicas, policíacas y simbólicas, innovadoras y planetarias.