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_aDavid-Ménard, Monique _94933 _d1947- |
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_aTodo el placer es mio _cMonique David-Ménard. |
260 |
_aBarcelona: _bPaidós, _c2001. |
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300 | _a130 p. | ||
440 |
_94934 _aPaidos contextos _v; 63 |
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520 | _aLo que hace de cada ser humano un individuo singular, diferente de todos los demás, es la historia de sus placeres y sus sufrimientos. Con este descubrimiento, Freud abrió un camino que supuso al mismo tiempo una revolución en la vida cotidiana y una aventura del pensamiento. El placer siempre tiende al exceso, y por eso parece escaparse de toda explicación racional y oponerse a todo proyecto de autocontrol. La novedad del psicoanálisis reside precisamente en la atención que dedica al placer, desvelando su paradoja: el placer parece irracional y, sin embargo, es uno de los elementos más importantes en la vida de los seres racionales. Pero ¿dónde se manifiesta, en mayor medida, el placer humano? Sin duda en la experiencia amorosa, una experiencia que no depende de ninguno de sus protagonistas en concreto, sino de la interacción entre todos ellos, pues su esencia es que es preciso conocer al otro para tener acceso a uno mismo. Gracias a esta alienación, y no a pesar de ella, cada ser humano alcanza su singularidad, determinada a su vez por el placer y el sufrimiento. Así, la identidad de cada uno juega en el destino de sus placeres. A partir de estas premisas, Monique David-Ménard propone una lectura del psicoanálisis accesible a todos y ofrece ejemplos claros y precisos que ilustran su propósito. | ||
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