000 | 04087cab a2200253 a 4500 | ||
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003 | UAHC_CL | ||
005 | 20170803123524.0 | ||
008 | 090812b2008 cl 000 spa | ||
040 |
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100 | 1 | _aGómez-Lobo, Alfonso | |
245 | 1 | 0 |
_aInmortalidad y resurrección : _bproblemas filosóficos y respuestas actuales / _cAlfonso Gómez-Lobo. |
260 |
_bCEP _c2008 _aSantiago, Chile |
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300 | _ap. 266-284 | ||
500 | _aEn: Estudios Públicos. -- Nº112 (primavera, 2008), pp. 266-284. ISSN 07161115. | ||
500 | _aEn: Estudios Públicos. -- Nº112 (primavera, 2008), pp. 266-284. ISSN 07161115. | ||
500 | _aEn: Estudios Públicos. -- N∫112 (primavera, 2008), pp. 266-284. ISSN 07161115. | ||
520 | _aEn este artículo se sostiene que debemos distinguir claramente entre inmortalidad del alma y resurrección de la persona entera. La primera es una noción que proviene del pensamiento griego y que tanto en su versión platónica como cartesiana requiere de un dualismo metafísico: hay inmortalidad del alma sólo si estamos compuestos por dos cosas distintas, un cuerpo y una mente, que pueden existir la una independientemente de la otra. La tradición aristotélica rechaza el dualismo substancial, pero al sostener que la facultad racional del alma humana no reside en ningún órgano concluye también que ésta puede sobrevivir después de la muerte del cuerpo. El autor rechaza la tesis de que el alma racional sea independiente del cuerpo y muestra que incluso aunque hubiese inmortalidad del alma ésta no sería inmortalidad de la persona. La noción cristiana de resurrección no es objeto de inferencia metafísica o empírica, es objeto de pura fe, pero no presenta las incoherencias conceptuales que implica la inmortalidad del alma separada del cuerpo. | ||
520 | _aEn este artículo se sostiene que debemos distinguir claramente entre inmortalidad del alma y resurrección de la persona entera. La primera es una noción que proviene del pensamiento griego y que tanto en su versión platónica como cartesiana requiere de un dualismo metafísico: hay inmortalidad del alma sólo si estamos compuestos por dos cosas distintas, un cuerpo y una mente, que pueden existir la una independientemente de la otra. La tradición aristotélica rechaza el dualismo substancial, pero al sostener que la facultad racional del alma humana no reside en ningún órgano concluye también que ésta puede sobrevivir después de la muerte del cuerpo. El autor rechaza la tesis de que el alma racional sea independiente del cuerpo y muestra que incluso aunque hubiese inmortalidad del alma ésta no sería inmortalidad de la persona. La noción cristiana de resurrección no es objeto de inferencia metafísica o empírica, es objeto de pura fe, pero no presenta las incoherencias conceptuales que implica la inmortalidad del alma separada del cuerpo. | ||
520 | _aEn este artÌculo se sostiene que debemos distinguir claramente entre inmortalidad del alma y resurrecciÛn de la persona entera. La primera es una nociÛn que proviene del pensamiento griego y que tanto en su versiÛn platÛnica como cartesiana requiere de un dualismo metafÌsico: hay inmortalidad del alma sÛlo si estamos compuestos por dos cosas distintas, un cuerpo y una mente, que pueden existir la una independientemente de la otra. La tradiciÛn aristotÈlica rechaza el dualismo substancial, pero al sostener que la facultad racional del alma humana no reside en ningún Ûrgano concluye tambiÈn que Èsta puede sobrevivir despuÈs de la muerte del cuerpo. El autor rechaza la tesis de que el alma racional sea independiente del cuerpo y muestra que incluso aunque hubiese inmortalidad del alma Èsta no serÌa inmortalidad de la persona. La nociÛn cristiana de resurrecciÛn no es objeto de inferencia metafÌsica o empÌrica, es objeto de pura fe, pero no presenta las incoherencias conceptuales que implica la inmortalidad del alma separada del cuerpo. | ||
759 | _aPP068 | ||
773 | 0 |
_tEstudios públicos _w032045 |
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900 | _aESTUDIOS PUBLICOS-112/08 | ||
942 | _cREVA | ||
999 |
_c32636 _d32636 |