000 | 05130cab a2200241 a 4500 | ||
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001 | 032679 | ||
003 | UAHC_CL | ||
005 | 20170803123526.0 | ||
008 | 030915b xx j 000 1 spa | ||
040 |
_aUAHC_CL _cUAHC_CL _dUAHC_CL |
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100 | 1 | _aMarshall, Kim | |
245 | 1 | 0 |
_aMirada retrospectiva de un director : _bLos estándares son importantes / _cKim Marshall. |
300 | _a[17] p. | ||
500 | _aEn: Estudios Públicos. -- Nº91 (invierno, 2003), p. 181-198 | ||
500 | _aEn: Estudios Públicos. -- Nº91 (invierno, 2003), p. 181-198 | ||
500 | _aEn: Estudios Públicos. -- N∫91 (invierno, 2003), p. 181-198 | ||
520 | _aTras quince años como director de una escuela pública en un sector pobre de Boston, Kim Marshall entrega su testimonio de cuáles son los problemas que enfrentan directores y profesores para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes. El ex director relata cómo los distintos esfuerzos realizados para elevar el nivel de aprendizaje en su escuela se vieron socavados una y otra vez por una serie de obstáculos que procede a describir. Junto con destacar la necesidad de combatir esos obstáculos, Marshall subraya la importancia de que el rendimiento de los alumnos sea evaluado según estándares externos, y medido a través de pruebas con consecuencias individuales para los alumnos. Incluso advierte que sólo cuando el estado de Massachusetts introdujo estándares y pruebas con consecuencias para los alumnos, comenzaron a fructificar los esfuerzos destinados a elevar el rendimiento académico en su colegio.\Por otro lado, el autor hace presente que hoy se cuenta con muchos más antecedentes e información que una década atrás acerca de qué es preciso hacer para elevar el nivel académico. Y por lo mismo, concluye, no cabe justificar rendimientos escolares bajos aludiendo a factores demográficos (como bajos ingresos, bajos niveles educativos de los padres, etc.), pues basta que exista una "escuela efectiva" en un sector pobre para que no sean válidas las excusas fatalistas con que se perpetúan las brechas en educación. | ||
520 | _aTras quince años como director de una escuela pública en un sector pobre de Boston, Kim Marshall entrega su testimonio de cuáles son los problemas que enfrentan directores y profesores para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes. El ex director relata cómo los distintos esfuerzos realizados para elevar el nivel de aprendizaje en su escuela se vieron socavados una y otra vez por una serie de obstáculos que procede a describir. Junto con destacar la necesidad de combatir esos obstáculos, Marshall subraya la importancia de que el rendimiento de los alumnos sea evaluado según estándares externos, y medido a través de pruebas con consecuencias individuales para los alumnos. Incluso advierte que sólo cuando el estado de Massachusetts introdujo estándares y pruebas con consecuencias para los alumnos, comenzaron a fructificar los esfuerzos destinados a elevar el rendimiento académico en su colegio.\Por otro lado, el autor hace presente que hoy se cuenta con muchos más antecedentes e información que una década atrás acerca de qué es preciso hacer para elevar el nivel académico. Y por lo mismo, concluye, no cabe justificar rendimientos escolares bajos aludiendo a factores demográficos (como bajos ingresos, bajos niveles educativos de los padres, etc.), pues basta que exista una "escuela efectiva" en un sector pobre para que no sean válidas las excusas fatalistas con que se perpetúan las brechas en educación. | ||
520 | _aTras quince aÒos como director de una escuela pública en un sector pobre de Boston, Kim Marshall entrega su testimonio de cu·les son los problemas que enfrentan directores y profesores para mejorar el rendimiento acadÈmico de los estudiantes. El ex director relata cÛmo los distintos esfuerzos realizados para elevar el nivel de aprendizaje en su escuela se vieron socavados una y otra vez por una serie de obst·culos que procede a describir. Junto con destacar la necesidad de combatir esos obst·culos, Marshall subraya la importancia de que el rendimiento de los alumnos sea evaluado según est·ndares externos, y medido a travÈs de pruebas con consecuencias individuales para los alumnos. Incluso advierte que sÛlo cuando el estado de Massachusetts introdujo est·ndares y pruebas con consecuencias para los alumnos, comenzaron a fructificar los esfuerzos destinados a elevar el rendimiento acadÈmico en su colegio.\Por otro lado, el autor hace presente que hoy se cuenta con muchos m·s antecedentes e informaciÛn que una dÈcada atr·s acerca de quÈ es preciso hacer para elevar el nivel acadÈmico. Y por lo mismo, concluye, no cabe justificar rendimientos escolares bajos aludiendo a factores demogr·ficos (como bajos ingresos, bajos niveles educativos de los padres, etc.), pues basta que exista una "escuela efectiva" en un sector pobre para que no sean v·lidas las excusas fatalistas con que se perpetúan las brechas en educaciÛn. | ||
759 | _aPP068 | ||
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