000 06110cab a2200349 a 4500
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003 UAHC_CL
005 20170803123716.0
008 031122s2015 cl 000 spa
040 _aUAHC_CL
_cUAHC_CL
_dUAHC_CL
100 1 _aCabrera, Maria Josefina
245 1 0 _aHistoria, Mujeres y género en Chile :
_bla irrupción de las autoras femeninas en las revistas académicas. Los casos de revista Historia y Cuadernos de Historia /
_cMaria Josefina Cabrera , Javiera Errázuriz Tagle.
260 _bPontificia Universdiad Católica de Chile. Instituto de Historia
_c2015
_aSantiago, Chile
300 _ap. 279-299
500 _aEn: Historia, no. 48, vol. 1, 2015. p. 279-299. 00732435.
520 _aLa historiografía chilena de la segunda mitad del siglo xx ha vivido una serie de transformaciones que tienen que ver con las tendencias que se dan en el ámbito mundial. Si bien en algunos casos la integración de estas nuevas corrientes se da con mayor lentitud o reticencia, finalmente, los historiadores de nuestro país se han hecho cargo de una apertura hacia nuevas temáticas y objetos de estudio que, sin duda, han contribuido de manera importante a la construcción del conocimiento histórico, desde las más diversas perspectivas.\En este contexto, las revistas académicas de la disciplina histórica han abierto sus páginas a las nuevas tendencias, sin dejar de lado las perspectivas más tradicionales, como son la historia política o económica, por ejemplo. De este modo, a lo largo de los años, han logrado convivir diversas corrientes historiográficas que permiten dar cuenta del amplio abanico de temas, enfoques y problemáticas que se plantea la disciplina, reflejando la diversidad que actualmente existe en su interior.\Dentro de esta apertura hacia nuevas corrientes, la creciente incorporación de las mujeres en la disciplina histórica y la existencia cada vez mayor de artículos escritos por historiadoras, ha supuesto un aporte fundamental a la diversificación antes descrita. Sin embargo, fue necesario esperar a que las mujeres ingresaran de forma masiva a los estudios secundarios para que su presencia comenzara a notarse en el contexto del quehacer historiográfico. De este modo, una disciplina como la Historia, de predominio masculino, comenzó a abrirse tímidamente a las mujeres recién en las décadas de 1970 y 1980, con apenas unas cuantas excepciones anteriores. La incorporación de las historiadoras a la Academia se dio con bastante lentitud, lo mismo que la inclusión de sus estudios en las publicaciones de la disciplina, aunque una vez que lograron derribar estas resistencias, comenzaron un proceso de integración sostenido en el tiempo. Con todo, lo más interesante de su entrada en la disciplina no es tanto la convivencia entre historiadores e historiadoras, proceso que por lo demás se da en muchas otras áreas del saber, sino las aportaciones y, sobre todo, las innovaciones que traen consigo en materia de enfoques, temáticas y perspectivas.
520 _aLa historiografía chilena de la segunda mitad del siglo xx ha vivido una serie de transformaciones que tienen que ver con las tendencias que se dan en el ámbito mundial. Si bien en algunos casos la integración de estas nuevas corrientes se da con mayor lentitud o reticencia, finalmente, los historiadores de nuestro país se han hecho cargo de una apertura hacia nuevas temáticas y objetos de estudio que, sin duda, han contribuido de manera importante a la construcción del conocimiento histórico, desde las más diversas perspectivas.\En este contexto, las revistas académicas de la disciplina histórica han abierto sus páginas a las nuevas tendencias, sin dejar de lado las perspectivas más tradicionales, como son la historia política o económica, por ejemplo. De este modo, a lo largo de los años, han logrado convivir diversas corrientes historiográficas que permiten dar cuenta del amplio abanico de temas, enfoques y problemáticas que se plantea la disciplina, reflejando la diversidad que actualmente existe en su interior.\Dentro de esta apertura hacia nuevas corrientes, la creciente incorporación de las mujeres en la disciplina histórica y la existencia cada vez mayor de artículos escritos por historiadoras, ha supuesto un aporte fundamental a la diversificación antes descrita. Sin embargo, fue necesario esperar a que las mujeres ingresaran de forma masiva a los estudios secundarios para que su presencia comenzara a notarse en el contexto del quehacer historiográfico. De este modo, una disciplina como la Historia, de predominio masculino, comenzó a abrirse tímidamente a las mujeres recién en las décadas de 1970 y 1980, con apenas unas cuantas excepciones anteriores. La incorporación de las historiadoras a la Academia se dio con bastante lentitud, lo mismo que la inclusión de sus estudios en las publicaciones de la disciplina, aunque una vez que lograron derribar estas resistencias, comenzaron un proceso de integración sostenido en el tiempo. Con todo, lo más interesante de su entrada en la disciplina no es tanto la convivencia entre historiadores e historiadoras, proceso que por lo demás se da en muchas otras áreas del saber, sino las aportaciones y, sobre todo, las innovaciones que traen consigo en materia de enfoques, temáticas y perspectivas.
650 4 _aHISTORIADORES
650 4 _aGENERO
650 4 _aMUJERES
651 4 _aCHILE
653 _aPEDAGOGIA EN HISTORIA Y CIENCIAS SOCIALES
653 _aLICENCIATURA EN HISTORIA
700 1 _aErrázuriz Tagle, Javiera
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773 0 _tHistoria
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856 _uhttp://revistahistoria.uc.cl/estudios/2296/
_3Acceso electrónico al documento
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900 _aHISTORIA (SANTIAGO)-48(1)/158
942 _cREVA
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