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100 1 _aKruglanski, Arie W.
245 1 0 _aClausura mental motivada :
_bcerrando las puertas de nuestra alma /
_cArie Kruglanski.
500 _aRevista de Psicología Social (España) 2000, vol 15 (3). p. 243-260
500 _aRevista de Psicología Social (España) 2000, vol 15 (3). p. 243-260
520 _aSe presenta una teoria de la mentalidad cerrada en que se asigna un papel clave a un constructo motivacional conocido como la necesidad de clausura cognitiva (Kruglanski y Webster, 1996; Webster y Kruglanki,1998). Se presupone que la mentalidad cerrada realiza una función epit{enica fundamental al dar por finalizada la secuencia de b{uqueda de información y de contrastación de hipótesis. En cuanto tal, la mentalidad cerrada puede subyacer a algún nivel a todos nuestros juicios y decisiones, dado que sin ella no seríamos nunca capaces de formarnos una idea clara acerca de lo que debemos pensar o hacer. Se presupone que la necesidad de clausura cognitiva constituye una base motivacional clave para la mentalidad cerrada y que es activada por un amplio conjunto de circunstancias situacionales entre las que cabe citar la presión temporal, el ruido, la fatiga, la intoxicación etílica o el aburrimiento. Se considera igualmente que la necesidad de clausura describe una dimensión de diferencias individuales y, en cuanto tal, se mide con la escala apropiada (Webster y Kruglanski,1994). Las consecuencias de la necesidad de clausura son exactamente iguales cuando se activa situacionalemente y cuando se mide con una escala. Dichas consecuencias se canalizan por medio de dos grandes tendencias, la de la urgencia, que da lugar a la 'captación' de la información inicial, y la tendencia a la permanencia, que da lugar al 'congelamiento' de las hipótesis implicadas por la información inicial. Se describe una amplia variedad de resultados de investigación que exploran las implicaciones de la teoría de la necesidad de clausura para los fenómenos psicosociales en los niveles de análisis intrapersonal, interpersonal, grupal e intergrupal.
520 _aSe presenta una teoria de la mentalidad cerrada en que se asigna un papel clave a un constructo motivacional conocido como la necesidad de clausura cognitiva (Kruglanski y Webster, 1996; Webster y Kruglanki,1998). Se presupone que la mentalidad cerrada realiza una función epit{enica fundamental al dar por finalizada la secuencia de b{uqueda de información y de contrastación de hipótesis. En cuanto tal, la mentalidad cerrada puede subyacer a algún nivel a todos nuestros juicios y decisiones, dado que sin ella no seríamos nunca capaces de formarnos una idea clara acerca de lo que debemos pensar o hacer. Se presupone que la necesidad de clausura cognitiva constituye una base motivacional clave para la mentalidad cerrada y que es activada por un amplio conjunto de circunstancias situacionales entre las que cabe citar la presión temporal, el ruido, la fatiga, la intoxicación etílica o el aburrimiento. Se considera igualmente que la necesidad de clausura describe una dimensión de diferencias individuales y, en cuanto tal, se mide con la escala apropiada (Webster y Kruglanski,1994). Las consecuencias de la necesidad de clausura son exactamente iguales cuando se activa situacionalemente y cuando se mide con una escala. Dichas consecuencias se canalizan por medio de dos grandes tendencias, la de la urgencia, que da lugar a la 'captación' de la información inicial, y la tendencia a la permanencia, que da lugar al 'congelamiento' de las hipótesis implicadas por la información inicial. Se describe una amplia variedad de resultados de investigación que exploran las implicaciones de la teoría de la necesidad de clausura para los fenómenos psicosociales en los niveles de análisis intrapersonal, interpersonal, grupal e intergrupal.
520 _aSe presenta una teoria de la mentalidad cerrada en que se asigna un papel clave a un constructo motivacional conocido como la necesidad de clausura cognitiva (Kruglanski y Webster, 1996; Webster y Kruglanki,1998). Se presupone que la mentalidad cerrada realiza una funciÛn epit{enica fundamental al dar por finalizada la secuencia de b{uqueda de informaciÛn y de contrastaciÛn de hipÛtesis. En cuanto tal, la mentalidad cerrada puede subyacer a algún nivel a todos nuestros juicios y decisiones, dado que sin ella no serÌamos nunca capaces de formarnos una idea clara acerca de lo que debemos pensar o hacer. Se presupone que la necesidad de clausura cognitiva constituye una base motivacional clave para la mentalidad cerrada y que es activada por un amplio conjunto de circunstancias situacionales entre las que cabe citar la presiÛn temporal, el ruido, la fatiga, la intoxicaciÛn etÌlica o el aburrimiento. Se considera igualmente que la necesidad de clausura describe una dimensiÛn de diferencias individuales y, en cuanto tal, se mide con la escala apropiada (Webster y Kruglanski,1994). Las consecuencias de la necesidad de clausura son exactamente iguales cuando se activa situacionalemente y cuando se mide con una escala. Dichas consecuencias se canalizan por medio de dos grandes tendencias, la de la urgencia, que da lugar a la 'captaciÛn' de la informaciÛn inicial, y la tendencia a la permanencia, que da lugar al 'congelamiento' de las hipÛtesis implicadas por la informaciÛn inicial. Se describe una amplia variedad de resultados de investigaciÛn que exploran las implicaciones de la teorÌa de la necesidad de clausura para los fenÛmenos psicosociales en los niveles de an·lisis intrapersonal, interpersonal, grupal e intergrupal.
759 _aPP142
773 0 _tRevista de sociología
_w041937
900 _aREV. PSICOL. SOC.-03/00
942 _cREVA
999 _c41429
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