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100 1 _aMoya, Miguel
245 1 0 _aSobre la existencia y el orígen de las diferencias en el liderazgo entre hombres y mujeres /
_cMiguel Moya.
500 _aRevista de Psicología Social (España) 2003, vol 18 (3). p. 321-325
500 _aRevista de Psicología Social (España) 2003, vol 18 (3). p. 321-325
520 _aMis comentarios al artículo central de este Dossier se articulan en torno a la existencia de numerosas variables psicosociales de las que depende el hallazgo o no de diferencias en los estilos de liderazgo de hombres y mujeres, más que el simple hecho de pertenecer a uno u otro sexo. Se destaca la inadecuación del enfoque categorial y diferenciadita adoptado tanto por los autores que apelan a la posible carencia de las características necesarias para desempeñar una función directa, como a los que tratan de mostrar que las mujeres no tienen esas características, sino otras cualidades, incluso mejores, que las dotan para se líderes eficaces. La adopción de este enfoque produce en gran medida las diferencias que se encuentran, más que ser un reflejo de diferencias reales. Mi argumentación gira en torno a dos ideas diferentes. Por una parte, si existen o no diferencias entre hombres y mujeres en el desempeño del liderazgo. Por otra parte, en caso de que haya, cual es el origen de esas diferencias. Mis conclusiones sobre la relación entre liderazgo y género se centran en tres puntos: hombres y mujeres están igual de capacitados para desempeñar roles de liderazgo, algunos hombres desempeñan bien ciertos roles y mal otros y, finalmente, el importante papel que ejercen las creencias en la evaluación y juicios sobre el liderazgo.
520 _aMis comentarios al artículo central de este Dossier se articulan en torno a la existencia de numerosas variables psicosociales de las que depende el hallazgo o no de diferencias en los estilos de liderazgo de hombres y mujeres, más que el simple hecho de pertenecer a uno u otro sexo. Se destaca la inadecuación del enfoque categorial y diferenciadita adoptado tanto por los autores que apelan a la posible carencia de las características necesarias para desempeñar una función directa, como a los que tratan de mostrar que las mujeres no tienen esas características, sino otras cualidades, incluso mejores, que las dotan para se líderes eficaces. La adopción de este enfoque produce en gran medida las diferencias que se encuentran, más que ser un reflejo de diferencias reales. Mi argumentación gira en torno a dos ideas diferentes. Por una parte, si existen o no diferencias entre hombres y mujeres en el desempeño del liderazgo. Por otra parte, en caso de que haya, cual es el origen de esas diferencias. Mis conclusiones sobre la relación entre liderazgo y género se centran en tres puntos: hombres y mujeres están igual de capacitados para desempeñar roles de liderazgo, algunos hombres desempeñan bien ciertos roles y mal otros y, finalmente, el importante papel que ejercen las creencias en la evaluación y juicios sobre el liderazgo.
759 _aPP142
773 0 _tRevista de sociología
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900 _aREV. PSICOL. SOC.-03/03
942 _cREVA
999 _c41434
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