En: Anales de la Universidad de Chile, nû16, 2004. p. 13-32. ISSN 03657779.

La escuela enfrenta importantes desafíos en la sociedad del conocimiento y en medio del actual ritmo de cambio en materia comunicacional y tecnológica. Los estudiantes obtienen más información de los medios y de la red que aquella que provee la escuela y la familia. Por ello, el currículo debe tener un componente altamente flexible, para que la escuela incluya su propio proyecto en torno a la realidad que enfrentan sus estudiantes. La Universidad enfrenta un desafío similar para producir las competencias que la realidad laboral profesional requiere hoy en contraposición a la formación centrada en conocimientos que desarrolló en el pasado. Existe la necesidad de que el profesor cumpla con ciertas competencias que le permitan enfrentar la nueva realidad escolar, especialmente en cuanto a la gestión curricular, es decir la dosificación y organización de contenidos en función de la realidad de la clase y de los objetivos últimos del diseño curricular.