En: Revista INVI, no. 71, 2011. p. 133-142. 07181299.

México es un país mayormente urbano y tiende a ser metropolitano. En 2008, casi 66 millones de mexicanos vivían en 364 ciudades que conformaban el Sistema Urbano nacional –SUN- y 83% de ellos vivían en 56 zonas metropolitanas. \La estructura física de las ciudades y la complejidad de la vida urbana, provocan la necesidad de una permanente y creciente movilidad que no reconoce límites administrativos y que es responsabilidad de las autoridades facilitar, por medio de la ordenación de los usos del suelo, la creación de infraestructuras y la organización de los desplazamientos que se realizan en transporte público y en automóviles.\La separación física entre las funciones urbanas, la necesidad de comunicarse y la falta de una disciplina para ordenar y desarrollar las redes viales y el transporte público, han tenido como consecuencia una tendencia a la reducción en la capacidad de movilización de las personas, y disminuir su acceso a los servicios e infraestructura que la ciudad brinda, afectando la eficiencia en sus actividades y en las inversiones públicas y privadas.\La información muestra que la producción automotriz está rebasando la capacidad de las ciudades para recibir más vehículos, por lo que generaría una situación crítica y paradójica que se podría enunciar así: cada día es posible producir automóviles más baratos y con financiamiento ampliado a mayores estratos de la población, pero no existe una infraestructura adecuada para recibir y permitir que circulen esos vehículos, con lo cual se diluye su sentido esencial; es decir, ofrecer más comodidad, seguridad, velocidad y precios óptimos para la movilización de las personas en las ciudades.

MÈxico es un paÌs mayormente urbano y tiende a ser metropolitano. En 2008, casi 66 millones de mexicanos vivÌan en 364 ciudades que conformaban el Sistema Urbano nacional ñSUN- y 83% de ellos vivÌan en 56 zonas metropolitanas. \La estructura fÌsica de las ciudades y la complejidad de la vida urbana, provocan la necesidad de una permanente y creciente movilidad que no reconoce lÌmites administrativos y que es responsabilidad de las autoridades facilitar, por medio de la ordenaciÛn de los usos del suelo, la creaciÛn de infraestructuras y la organizaciÛn de los desplazamientos que se realizan en transporte p˙blico y en automÛviles.\La separaciÛn fÌsica entre las funciones urbanas, la necesidad de comunicarse y la falta de una disciplina para ordenar y desarrollar las redes viales y el transporte p˙blico, han tenido como consecuencia una tendencia a la reducciÛn en la capacidad de movilizaciÛn de las personas, y disminuir su acceso a los servicios e infraestructura que la ciudad brinda, afectando la eficiencia en sus actividades y en las inversiones p˙blicas y privadas.\La informaciÛn muestra que la producciÛn automotriz est· rebasando la capacidad de las ciudades para recibir m·s vehÌculos, por lo que generarÌa una situaciÛn crÌtica y paradÛjica que se podrÌa enunciar asÌ: cada dÌa es posible producir automÛviles m·s baratos y con financiamiento ampliado a mayores estratos de la poblaciÛn, pero no existe una infraestructura adecuada para recibir y permitir que circulen esos vehÌculos, con lo cual se diluye su sentido esencial; es decir, ofrecer m·s comodidad, seguridad, velocidad y precios Ûptimos para la movilizaciÛn de las personas en las ciudades.

MÈxico es un paÌs mayormente urbano y tiende a ser metropolitano. En 2008, casi 66 millones de mexicanos vivÌan en 364 ciudades que conformaban el Sistema Urbano nacional ñSUN- y 83% de ellos vivÌan en 56 zonas metropolitanas. \La estructura fÌsica de las ciudades y la complejidad de la vida urbana, provocan la necesidad de una permanente y creciente movilidad que no reconoce lÌmites administrativos y que es responsabilidad de las autoridades facilitar, por medio de la ordenaciÛn de los usos del suelo, la creaciÛn de infraestructuras y la organizaciÛn de los desplazamientos que se realizan en transporte público y en automÛviles.\La separaciÛn fÌsica entre las funciones urbanas, la necesidad de comunicarse y la falta de una disciplina para ordenar y desarrollar las redes viales y el transporte público, han tenido como consecuencia una tendencia a la reducciÛn en la capacidad de movilizaciÛn de las personas, y disminuir su acceso a los servicios e infraestructura que la ciudad brinda, afectando la eficiencia en sus actividades y en las inversiones públicas y privadas.\La informaciÛn muestra que la producciÛn automotriz est· rebasando la capacidad de las ciudades para recibir m·s vehÌculos, por lo que generarÌa una situaciÛn crÌtica y paradÛjica que se podrÌa enunciar asÌ: cada dÌa es posible producir automÛviles m·s baratos y con financiamiento ampliado a mayores estratos de la poblaciÛn, pero no existe una infraestructura adecuada para recibir y permitir que circulen esos vehÌculos, con lo cual se diluye su sentido esencial; es decir, ofrecer m·s comodidad, seguridad, velocidad y precios Ûptimos para la movilizaciÛn de las personas en las ciudades.