Este texto nos describe una experiencia para Enseñar a aprender, como desarrollo de capacidades y destrezas en el aula, por medio de habilidades secuenciadas y jerarquizadas. Pretende ser un modelo práctico para potenciar el desarrollo de la metacognición y la autorreflexión de docentes y estudiantes, analizando sus propios procesos del pensar ante tareas determinadas. En un primer paso, se identifican las capacidades y destrezas institucionales, extraídas sobre todo de los programas oficiales. Posteriormente, se seleccionan algunas destrezas relevantes y se descomponen en habilidades (procesos mentales) a partir de experiencias de docentes y estudiantes. Tanto unos como otros piensan sobre su propio pensamiento, tratando de identificar y secuenciar los pasos mentales dados en tareas que exigen pensar. Se parte de la definición, construida y compartida, de una destreza concreta (analizar, sintetizar, inferir, producción de textos, etc.) para aplicarla a una determinada situación escolar, identificando de una manera cooperativa (aprendizaje mediado entre iguales) las habilidades (pasos mentales) subyacentes. Se trata de un modelo práctico de pensamiento explícito, generalizable, como experiencia, a otras instituciones educativas.