El autor trata el diálogo como principio ético, como procedimiento democrático y como conjunto de habilidades de interrelación. Este libro desarrolla un programa de toma de conciencia de las habilidades dialógicas, con el objetivo de obtener una progresiva percepción - por parte de los alumnos adolescentes- de los distintos usos que puedan dársele al diálogo, hasta convertirlo en una práctica natural y cotidiana. Porque dialogar es tanto una búsqueda fraternal de modos de convivencia equitativos, como un procedimiento complejo que puede aprenders e y mejorarse.\Los docentes de ese nivel encontrarán en el texto una primera parte en la que se explican los tres tipos de contenidos englobados en el diálogo; unos referidos a las representaciones mentales que cada sujeto elabora a partir de sus experiencias y reflexiones; otros relativos al conjunto de subprocedimientos involucrados en un uso correcto del diálogo; y por último aquellos que tienen que ver con los valores que encierra y con las actitudes y hábitos relacionados con su dominio.\La segunda parte reune actividades vinculadas a estos contenidos. Bajo el principio de que sólo se aprende a dialogar dialogando, este libro se convertirá en una de las obras básicas para iniciar en la escuela un aprendizaje que se ha tornado insoslayable.